Pero eso sí, aun con lluvia, nuestros globos con los mensajes dentro volaron muy alto. Pudimos llenar el cielo de colores con nuestros mejores deseos.
También hubo algún globo que se resistió a irse volando,...no sé si por la poca fuerza del helio,...o porque estaba bien amarrado en alguna manita y no quería volar...
También llenamos nuestros pasillos con palomas de la paz, para recordarnos que la paz no solo es el día 30 de enero, sino que debería ser durante todo el año. Son palomas especiales, de las que alegran el día, y lo inundan todo de colores.
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